Esta novela juvenil de Mariana Furiasse se publicó este año (2023) por Penguin Random House, en la colección Nube de Tinta, dirigida por María Amelia Macedo. La ilustración y el diseño de la tapa son de Candela Insúa. Por la misma colección se publicó también Intermitente Rafaela, la continuación de esta novela.
Esta es una reedición, pues Rafaela se publicó originalmente hace más de veinte años, tras haber ganado la primera edición del premio Barco de Vapor en la Argentina (hoy en día la editorial SM ya no existe aquí). Así que es un libro que leí ya varias veces (incluso cuando era tan solo un original inédito y no conocíamos a la autora (ni yo ni nadie, pues no tenía publicado ningún libro en la Argentina)). Siempre me gustó la novela, aunque tardé bastantes años en “amigarme” con el final, que no es un típico final de novela juvenil, y recuerda más bien los finales de las novelas japonesas, con un estilo de conclusividad diferente del de las novelas occidentales. Pero hoy me parece un gran final, ya no podría imaginarme uno diferente para esta historia.
Para esta nueva edición, Mariana tomó el difícil camino de no dejar el texto igual que como estaba, pero tampoco reescribirlo por completo, sino ir buscando pequeños cambios y ajustes que lograran que se pudiera leer, hoy, como protagonizado por adolescentes actuales. Y lo logró, en ningún momento uno siente que está leyendo un libro “viejo” ni una novela histórica, sino que la voz de Rafaela se siente actual, urgente, viva. Esta edición, muy bella y cuidada en el diseño, también nos presenta palabras y frases subrayadas, flechas, estrellitas que interaccionan con el texto y que funcionan como comentarios de la propia Rafaela sobre lo que nos está contando: me pareció un agregado genial, que suma una capa más a nuestra lectura sin necesidad de cambiar las palabras del texto.
[Aquí pueden leerse libremente algunas páginas del libro: https://www.google.com.ar/books/edition/Rafaela/F9iuEAAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover]
La historia, claro, es la misma que conocemos. Si no leyeron Rafaela, o se olvidaron: es una novela genial en la que una adolescente, en conflicto con su propio aspecto (es percibida, y ella se percibe también, como una chica gorda) nos cuenta un momento importante de su vida, que empieza desastrosamente, con ella cayendo por un tramo de escaleras ante la mirada burlona de unos compañeros bullys, y avanza con Rafaela empezando a sentir algo por uno de esos chicos, Simón. Paralelamente, conocemos su vida, su familia (con una madre muy particular, una hermana, un padre ausente), su relación con la música (ella toca el violín), sus amigas, sus no-amigos.
Pero la trama, lo que sucede, no dice mucho en realidad, porque lo más interesante, lo de verdad atrapante de este libro, es cómo está escrito, es esa voz de Rafaela, sincera, sensible, llena de humor, de vulnerabilidad, de dudas, de miedos, de esperanzas, de atrevimientos seguidos de arrepentimientos, de preguntas con y sin respuesta. Apenas uno lee unas pocas páginas, entra de lleno en la realidad de Rafaela y ya no se puede (ni se quiere) salir, y uno espera, junto con ella, que le vaya bien, y se lamenta cuando sufre, y teme cuando imagina que algo malo puede sucederle. En esta lectura, creo que comprendí más cosas que las veces previas que la leí; por ejemplo, además de volver a disfrutar de esa voz de Rafaela, entendí mejor a Simón, que es, al fin y al cabo, un adolescente también, con sus propias dudas, confusiones y miedos.
Siempre consideré a Mariana una de las mejores autoras de nuestro país, así que me alegró mucho esta reedición, en una editorial importante y en una colección muy buena (que tiene libros excelentes, varios ya comentados en este blog). Me gustó comprobar que Rafaela puede (y debería) ser leída (o releída) por chicos y grandes de hoy, y anticipo que eso sucederá.
En fin: un gran libro, que no deberían perderse, tanto si lo leyeron antes como si no.
Recomendado.
Me gusta el formato intervenido que contas de la 2da edición.
Leí La cazadora de Indiana Jones de Asun Balzola y me hizo acordar a Rafaela con un final mas amigable