Esta novela de Mariana Kirzner fue publicada este año (2023) por Letra Impresa, en su flamante colección Generación Z, con la edición de Julieta Mariatti.
Se trata de una novela realista, ubicada en un lugar y un tiempo precisos: Villa Epecuén (provincia de Buenos Aires), 1985. Eso no parece decirnos mucho, pero sí lo hace: ese pueblo pintoresco y turístico del Interior, construido en la orilla de un lago de agua salada, se inundó por completo a fines de aquel año, y simplemente desapareció; hoy en día, tras décadas de estar sumergido, las aguas se retiraron, pero igualmente solo quedan ruinas abandonadas, de aquel pueblo. Los motivos de la catástrofe fueron varios e incluyeron, como suele suceder, factores naturales y humanos (corrupción, inoperancia, imprudencia y ambición de quienes debían o podían evitar que pasara lo que se preveía que iba a pasar).
Lo interesante es que la novela no es sobre esto. No es una novela sobre Epecuén y su desaparición, sino que la trama ocurre allí. Una adolescente, Brisa, se siente atrapada en un noviazgo violento con un muchacho a quien ya no quiere, Luis, y paralelamente conoce y se enamora de otro chico, Mateo. La familia de Brisa, en lugar de ayudarla, complican aún más su situación (su padre maltrata a la madre también, desde hace mucho). Y nosotros, los lectores, vamos siguiendo a Brisa mientras ella flota entre esas relaciones peligrosas, siguiendo una esperanza de no hundirse para siempre.
Pero al leer también nos pasa algo más: no podemos olvidarnos de dónde están, los personajes. Sabemos que el pueblo entero se va a hundir (no es un policial de enigma, ya sabemos, desde la página uno, lo que inevitablemente va a ocurrir allí). Y esa información, eso que nosotros sabemos pero los personajes no, tiñe toda la historia de una especie de suspenso extra, un clima particular, una previsión de tormentas apocalípticas; como anuncia el título, es un “miedo que flota” ante nuestros ojos, mientras pasamos por las escenas y nos acercamos al final, que traerá para todos, ya sabemos, una inundación imparable, pero no sabemos qué traerá además para la protagonista, en esa vida que va como pendiente de un hilo, flotando hacia un futuro incierto.
Muy buena novela juvenil de Mariana Kirzner, no se la pierdan.
Recomendada.
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