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La linternita mágica

Esta novela de Sandra Siemens fue publicada por Edelvives en 2015, en la serie azul de la colección Ala Delta.

En el primer capítulo, una nena, Paula, abre la puerta de su casa y se encuentra con una nena gitana que vende diversos artículos; empiezan a conversar y la gitanita se presenta como Esmeralda, lo que le recuerda a Paula un libro ilustrado que estaba leyendo, El jorobado de Notre Dame; terminan haciendo un trueque, el libro por una linterna pequeña y verde pero, según Esmeralda, mágica.


Cuando la niña gitana se va, Paula enciende la linterna y no ve nada mágico en ella, por lo que se siente engañada.


Al día siguiente hay una nueva compañera en el curso de Paula y es, como se imaginarán, Esmeralda: su familia se asentó en un campamento cercano. La nueva compañera, con sus ropas coloridas y su silencio constante (como si la escuela fuera una cárcel) es discriminada por las amigas de Paula, y ella misma comienza a ser discriminada, por cercanía, cuando casualmente le asignan como compañera a “la nueva” para hacer un trabajo-concurso en duplas, con un gran premio, sobre los orígenes de sus familias. Paula, en un momento, le reclama a Esmeralda la cancelación del trueque, pero Esmeralda reafirma, con su particular acento, que la linterna que le dio sí es mágica, solo que la magia “está en la mirada”. Y aunque Paula no está convencida, ni de la magia de la linterna ni de hacer el trabajo junto con su nueva compañera gitana, finalmente cede y acepta acercarse a Esmeralda para escribir, como pueden, las historias de los orígenes de sus familias, para lo cual hablarán con sus respectivas abuelas.


Podría parecer una propuesta bastante convencional: leímos muchas historias de acercamiento a un otro distinto que terminan en amistad. Pero en esta novela Sandra alterna, con los capítulos narrados por Paula, capítulos narrados por Esmeralda, y en ellos podemos descubrir cómo es, desde dentro, desde su propia voz, la vida de esa familia gitana, sus costumbres, su cercanía con la música, la naturaleza, sus ideas acerca de la libertad, la familia, los payos (los no gitanos) y sus instituciones: toda una forma de ver el mundo: como dice Baba, la abuela gitana que resguarda en sus recuerdos la historia de la familia y del pueblo:


—La vida no es triste ni alegre, mi niña. La vida es redonda como una naranja. Ahora, dígame vos dónde termina la tristeza y dónde empieza la alegría.


Y la novela, casi sin darnos cuenta cómo, nos lleva a un lugar impensado y dramático, cuando Esmeralda y Paula graban a Baba y ella les relata, como parte de la historia de su familia de músicos y viajeros, lo sucedido del Bersa Bibahtale, “los infelices años” del Kali Tras, “El Miedo Negro”: el Holocausto gitano a manos de los nazis, que acabó con la vida de medio millón de gitanos (además, por supuesto, de la de millones de judíos).


Aunque Baba no cuenta detalles de lo sucedido en el gueto y en los campos de concentración nazis, el relato de esos hechos sigue siendo abrumador, y todo está escrito y contado tan bellamente que es imposible no emocionarse, al ir avanzando por las páginas, y el resultado del trabajo escolar deja de tener importancia, pues descubrimos, como Paula, que quizás la magia está realmente en la mirada, y conocer a otro, mirarlo desde sus propios ojos (“caminar tres lunas con sus mocasines”, como dice el proverbio sioux) nos puede llevar a comprenderlo y a apreciarlo, no por cumplir una norma de respeto o “tolerancia”, sino como a personas con otra cultura pero igualmente merecedores de nuestra amistad.


Párrafo aparte para las hermosas y poéticas ilustraciones de Adolfo Serra, que muestran transformaciones de la realidad en símbolos y sueños (como en la preciosa tapa con un violín que se transforma en árbol reverdecido en hojas nuevas).


Otra gran novela de Sandra Siemens, una historia llena de humor, poesía y emociones, que te lleva sin parar del principio al final, sin soltarte nunca. Recomendada.

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