Esta novela de Marisa Pérez Alonso, ilustrada por Nadia Romero Marchesini, fue publicada por Rimalimón a comienzos de este año (2023), en Mendoza, con la dirección editorial y la edición de María Luz Malamud. El diseño y la maquetación son de Victoria Malamud.
La novela tiene un subtítulo: “en el circo de diminutas preciosidades”. Ese subtítulo me conectó mentalmente con aquellas series de novelas en las que se mantiene el nombre del protagonista como título y lo único que cambia es el subtítulo (tipo “Los Hollister en...”, “Harry Potter y...”); como si esta fuera la primera de una serie de novelas protagonizadas por la Bailarina, en diferentes espacios. Que no lo sabemos, en principio: por ahora, está esta novela sola. Pero sí me parece interesante señalar que esa interconexión de este libro con otros textos es algo que está presente en toda la novela, y que la autora busca estas mixturas de una forma que me resultó sorprendente y atractiva.
Porque esta es, en parte, una novela de aventuras, con un camino del héroe (de la heroína, en este caso) bien trazado: Margarita, la protagonista, es una adolescente de baja estatura a la que le gusta mucho bailar. Encuentra a un violinista, con quien hace un tándem maravilloso, y juntos se incorporan, como acto principal, al circo de Mysterious, integrado únicamente por artistas diminutos, que está por emprender un viaje hacia el nuevo mundo, América (todo el inicio de la novela ocurre en la Europa de posguerra). El dueño del circo finalmente muestra su nivel de corrupción y violencia, y termina esclavizando a Margarita, que al llegar a esas nuevas tierras de sueños y libertad deberá buscar liberarse para cumplir sus sueños.
Pero también es, en especial durante la primera mitad del libro, un cuento de hadas. Más bien, tiene el clima y el tono de un cuento de hadas, ya desde la primera página, en la cual Verena, la esposa del Diablo, le hace a Margarita una profecía sobre su futuro, y para ello le ofrece una manzana roja sobre la palma de su mano. La bailarina prodigiosa es una especie de Pulgarcita que busca sobrevivir en una época de hambre y destrucción, y se embarca sin pensarlo dos veces en situaciones en las que ella no ve nada malo, pero los lectores, ya avisados, podemos ver el pespunte de un peligro, y el cuento de hadas va dejando de serlo de a poco, en forma casi imperceptible.
Y a la vez, esta es, en cierta forma, una novela realista. Una novela histórica sobre una inmigrante europea que llega a la Argentina, pero contada en clave, sin dar nombres precisos, sin datos duros, solo con algún nombre aquí y allá como miguitas para quien quiera hallar la historia verdadera detrás del cuento de hadas; es como si una abuela estuviera contándole a su nieto/a pequeño la historia de su vida, de cómo llegó a este continente, de cómo se liberó del hombre que la esclavizaba, de cómo tuvo que dejar de bailar para buscarse otro futuro y, sin embargo, nunca dejó en su interior de ser aquella bailarina diminuta que buscaba, ilusionada, entrar al circo solo para poder bailar eternamente.
Además, la historia está hermosamente escrita y nunca decae en su ritmo, así que la disfruté mucho.
Párrafo aparte para las ilustraciones de Nadia Romero Marchesini, que son increíbles. La edición nos brinda el infrecuente regalo (más raro aún en estos tiempos de crisis) de una novela con ilustraciones a todo color, y Nadia lo aprovecha con unas imágenes hermosas y sugerentes, cada una un cuadro que uno querría tener colgado en la pared de casa, en las que contrastan los personajes diminutos con los gigantes, imágenes llenas de emociones que acompañan a la perfección el derrotero de la protagonista.
En fin: un libro bello, original y sorprendente, no se lo pierdan.
Recomendado.
